Nuestros arancines, estrictamente redondos y femeninos como exige la mejor tradición palermitana, se preparan siempre a la vista siguiendo nuestra receta familiar. De hecho, elegimos los mejores ingredientes locales y todos los días los preparamos uno a uno de forma artesanal delante de tus ojos y los freímos a la vista porque las cosas buenas no tienen secretos.
Serás recibido en una auténtica cocina, con el fondo del zumbido del arroz hirviendo en la olla, el aroma de nuestros condimentos, el chisporroteo de nuestro crujiente empanado frito y la amabilidad que siempre nos distingue!